Entretenimiento

Lo que nos aporta la diversión


El deseo de divertirse es más antiguo que la propia civilización. Incluso nuestros antepasados, que vivían en grupo, inventaron entretenimientos para pasar las largas horas. El desarrollo de la agricultura y el cambio de estilo de vida, de nómada a sedentario, acentuaron aún más este deseo. Al fin y al cabo, no es de extrañar que conozcamos, por ejemplo, cuentos y juegos desde las primeras civilizaciones de las que se tiene constancia. Y esto no es casualidad.

Quizá poca gente piense en lo que nos aporta realmente el entretenimiento. Claro, podemos decir simplemente que estamos entretenidos, pero eso ni siquiera empieza a apreciar la complejidad del proceso. Porque resulta que aquí pasa mucho más, y que en realidad no se trata sólo de un momento hedonista, sino de algo esencialmente necesario para nosotros.

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En primer lugar está el hecho de que cuando nos divertimos nos volvemos esencialmente inconscientes del mundo que nos rodea. Pero al mismo tiempo esto también significa que podemos desvincularnos de él. Y eso es muy importante en los tiempos actuales, agitados y estresantes. No es sano estar constantemente estresado, la relajación también es importante. Esto incluye el entretenimiento.

Pero el entretenimiento no es lo único. También libera hormonas de la felicidad, como la serotonina. Nos pone de muy buen humor y es la razón por la que realmente nos sentimos felices. Esto se debe a que se trata de perseguir la serotonina y la dopamina, y en la mayoría de los casos la serotonina es la mejor opción. La dopamina se libera cuando, por ejemplo, navegamos por las redes sociales y obtenemos una gratificación instantánea, lo que definitivamente no es lo ideal.

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Pero eso no es todo. Muy a menudo, ayuda a estrechar lazos con los demás, sobre todo cuando se habla en grupo, como la familia y los amigos. Fortalecer los vínculos y las relaciones interpersonales de esta manera es muy importante para la especie social de los humanos.

Está claro que el entretenimiento tiene su lugar y no se le debe culpar por ello. Al contrario, se podría argumentar que el entretenimiento es crucial para nuestro bienestar.